1. Mesopotamia, civilización entre dos
ríos.
El primer código
de leyes de la Historia.
Hacia el año
1.800 a.C., la ciudad de Babilonia se impuso sobre el resto de las ciudades de
Mesopotamia y formó un gran imperio: el Imperio babilónico, que sería el lugar
donde uno de los reyes, Hammurabi, realizaría en el año 1750 a.C. el primer
código de leyes escrito de la Historia.
Por aquel
entonces los delitos se castigaban de un modo u otra en función de la ciudad en
la que nos encontráramos pero, a partir de Hammurabi, la ley era una, siendo
los dioses los que la revelaron al gran rey. Así, que el bueno de Hammurabi
mandó a sus escribas inscribir sobre una gran estela negra en caracteres
cuneiformes una serie de delitos y, los castigos que se aplicarían a quien se
le pillara haciéndolos. Pero para que no quedaran dudas de que habían sido los
dioses lo que le habían entregado esta sabiduría, Hammurabi se mandó
representar a sí mismo en la parte superior de la estela, de pie, delante del
dios del Sol mesopotámico Shamash, recibiendo de él las sagradas leyes.
El primer Día
Internacional de la Mujer Trabajadora.
Solemos dar por
supuesto que el Día Internacional de la Mujer Trabajadora es un invento del
siglo XX. Sin embargo, esta fecha tan señalada tuvo su origen mucho antes, en
el reino de Sumer.
En
el antiguo Sumer, las mujeres tenían una serie de derechos que no recuperarían
hasta muchísimos siglos más tarde. Se les permitía estudiar (si podían pagarse
las clases, claro) y, sobre todo, podían vivir de su trabajo. Conocemos
numerosos casos de mujeres trabajadoras y muchas tablillas con contratos
comerciales que aparecen con firmas femeninas. Las reinas y princesas de las
primeras dinastías disponían de sus propias oficinas personales desde las que
dirigían sus negocios en los que sus esposos no metían baza. Las mujeres más
humildes también realizaban toda clase de actividades comerciales y practicaban
oficios que durante siglos se considerarían “masculinos”, como la carpintería o
el tallado de estatuas. Y es en este marco de trabajo femenino, en
el que encontramos el primer caso de celebración en honor de las mujeres
trabajadoras. Al fallecer Gemen-Ninlila,
mujer del rey Shulgi, segundo rey de la III Dinastía de Ur, éste decreta en
honor de su esposa siete días de descanso para todas las mujeres trabajadoras
del reino de Sumer. ¡Vivan las mujeres trabajadoras
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