lunes, 9 de junio de 2014

LOS PUEBLOS PRERROMANOS

3.     La cultura castreña.

Vivir en cabañas.
A partir del siglo VII-VI a.C. se formó en Asturias una cultura muy concreta: la cultura castreña. Estas poblaciones tenían como característica principal el hecho de que vivían en castros, que eran poblados amurallados situados en la cima de una colina, para poder controlar el territorio de posibles ataques enemigos.
Aunque había castros pequeños, otros parecen ser, según los restos arqueológicos, que tenían dimensiones considerables con una cantidad relativamente amplia de cabañas, todas ellas de forma circular con un diámetro de unos 3 a 5 metros y una altura no superior a los 4 metros. Eran espacios bastante pequeños, sin ventanas, con una techumbre de paja que le daba aspecto de cono. Dentro de la cabaña sólo había un único espacio donde se situaba el hogar, o fuego, para calentar y cocinar, los espacios de dormir y, los característicos bancos adosados a la pared, una especie de sillas donde se sentaban los habitantes de cabaña.



El oro de los astures.
Asturias era desde antes de la conquista romana, un territorio muy rico en oro. Así que los astures de la cultura castreña, no desaprovecharon las riquezas que les ofrecía el suelo asturiano.

El trabajo y la explotación del oro en el territorio astur tuvieron su apogeo durante el período prerromano. El oro era, como ahora, un medio de ostentación del poder y de identificación de un determinado sector social, la clase social dirigente, que en la cultura castreña seguramente fueron los militares. Así que la orfebrería astur en aquella época, se desarrolló gracias a la técnicas que se conocían desde la Edad del Bronce, a las que se sumó la aportación de técnicas empleadas en el Sur de la Península, dando lugar a toda una serie de interesante objetos que han llegado hasta nuestros días: torques, diademas, peines, hebillas, fíbulas, etc.

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