lunes, 9 de junio de 2014

EL MUNDO GRIEGO

3.     Atenas.
Cómo convertirse en una potencia.
Atenas fue sin duda la gran potencia naval del mundo antiguo. Los barcos de guerra atenienses eran los trirremes y fueron los responsables de la hegemonía de la marina ateniense durante el siglo V a.C. tras la victoria en la batalla de Salamina frente a los persas del rey Jerjes. Los trirremes eran barcos de unos 35 metros de largo y unos 4 metros de ancho, con una o dos velas y 170 remeros situados en tres filas y a distintas alturas. Los remeros eran en su mayoría hombres libres que recibían un salario y un especial entrenamiento para seguir un ritmo constante y acompasado, ya que por aquel entonces las batallas consistían en embestir y hundir a los barcos enemigos.
¿Pero qué fue lo que realmente hizo triunfar a Atenas y a sus trirremes? Pues el hyperesion. El hyperesion es una especie de cojín hecho de piel de animal engrasada y que los remeros se ponían a modo de culera. En lugar de estar sentados fijos, con este simple paño los remeros se deslizaban a lo largo del asiento, encogiendo y estirando las piernas, alargando el recorrido del remo y aumentando así la eficacia de cada palada. De esta forma podían navegar más rápido que sus oponentes y, lo que es más importante,  virar bruscamente para atacar el costado y embestir a los barcos enemigos. Así con un simple cojín, Atenas se convirtió en la protagonista absoluta del siglo V a.C.

Maratón.
Hoy en día todo el mundo sabe que correr una maratón es realizar una prueba de atletismo que consiste en completar 42 kilómetros. Pero, ¿quién fue el primer hombre en superar una maratón? Pues sí, fue un joven griego quien tras la victoria de Maratón en el años 490 a.C. de los griegos sobre los persas en las llamadas Guerras Médicas, recorrió todos esos kilómetros. El general griego Milciades envió al joven Filípides a la ciudad de Atenas para comunicar la victoria. El soldado corrió los 42 kilómetros que separaban la llanura de Maratón de Atenas y al llegar, tras pronunciar la frase “Alegraos atenienses, hemos vencido”, se derrumbó, muerto por el esfuerzo.

¿Qué pensaban los griegos de las mujeres?  
Que las mujeres griegas no tenían apenas derechos en la antigua Grecia es un hecho más o menos conocidos por todos. Las atenienses eran madres de ciudadanos, debían estar en su casa, en el oikos griego, tejiendo y controlando a los esclavos, no podían realizar ninguna actividad legal, se casaban por deseo de su padre con el pretendiente que éste les escogiese. Pero no contestos con no dejarles ninguna libertad, las griegas debían leer sobre ellas cosas tan disparatadas como las que escribía el “bueno” de Semónidas allá por el siglo VI a.C:

“La mayor calamidad que hizo Zeus fue ésta, las mujeres. Aunque parezca servir para algo, para el que la tiene sobre todo es un mal; pues no pasa contento un día completo el que vive como una mujer”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario