4. El arte romano.
Un
templo para todos los Dioses.
Los romanos
fueron grandes arquitectos que supieron como nadie adoptar la tradición griega
y etrusca y emplearla con sus propias invenciones arquitectónicas. Los romanos
fueron por ejemplo, los inventores de la cúpula y la utilizaron para cubrir una
de los templos más impresionantes del mundo antiguo: el Panteón.
El Panteón de
Roma era un templo que no estaba dedicado a un solo dios, sino a todos, ya que
panteón es una palabra de origen griego que significa eso: “templo a todos los
dioses”. Fue un edifico construido en época del emperador Adriano en el año 128
y servía principalmente para albergar a todos aquellos romanos que quisiesen
venerar a todos los dioses olímpicos. Sin embargo, lo que no todo el mundo sabe
es que antes de este nuevo Panteón, existía otro más antiguo del año 27 a.C.
Fue el cónsul Agripa quien ordenaría construir un templo a todos los dioses,
pero como sucede muchas veces en la Historia, este templo se destruyó, no se
sabe muy bien por qué.
Del antiguo
templo de Agripa aún se conserva una inscripción que Adriano ordenó colocar en
el friso de la fachada principal del actual Panteón.
La
estatua ecuestre de Marco Aurelio.
El arte romano,
como sucedía con la religión, está muy influenciado por el arte griego. Sin
embargo, una de las innovaciones que crearon los romanos fue el estudio de las
facciones del rostro humano, del retrato. Los retratos romanos eran bastante
realistas, mostraban cómo era realmente una persona, en contraposición al
idealismo griego donde todos eran guapos y perfectos.
La escultura de retrato romana alcanzó su
máximo apogeo durante la época del Imperio, con las estatuas ecuestres. Todos
los grandes emperadores querían tener su retrato sobre un caballo, mostrando lo
valiente y victoriosos que eran en los campos de batalla. Pero cuando la Edad
Antigua se acabó y la Edad Media y el cristianismo llegaron, se puso muy de
moda acabar con todos aquellos símbolos de la religión pagana. Entre ellos
claro está, las estatuas ecuestres de los emperadores romanos. Pero la estatua
de Marco Aurelio fue una de las pocas estatuas romanas que permaneció intacta y
a la vista de todos los romanos. ¿Por qué? Pues nuevamente por un error de
interpretación.
Se creyó que se
trataba de la estatua ecuestre del emperador Constantino muy respetuoso con la
fe cristiana tanto que, acabó convirtiéndose al cristianismo en su lecho de
muerte. Así que la estatua de Marco
Aurelio, se colocó en el Palacio de Letrán en Roma y, en 1538 fue trasladada a
la Plaza Capitolina, en la Colina Capitolina, durante el rediseño de la colina
realizado por el gran artista Miguel Ángel.
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