lunes, 9 de junio de 2014

EL MUNDO GRIEGO

4.     La Grecia helenística.

El ojo de Filipo de Macedonia.
Filipo II de Macedonia fue sin duda el gran monarca que comenzó la conquista de las poleis griegas con un potente ejército conocido como la falange, hazaña que finaliza en el año 338 a.C. cuando consigue el dominio sobre toda Grecia. Así, Filipo II y su política abren el camino al gran Imperio que formaría su hijo Alejandro Magno. Pero todas esas victorias no fueron tarea fácil y Filipo sufrió graves secuelas tanto psicológicas como físicas. Heridas en la clavícula, en las piernas y sobre todo la pérdida de su ojo derecho tal y como mencionan casi todas las fuentes clásicas. Filipo sufrió toda una serie de calamidades incluida aquella última que supuestamente, ya que no todos los historiadores están de acuerdo, dio por finaliza su vida: la puñalada letal que le dio Pausanias en el costado y que lo matará en el año 336 a.C durante las grandes fiestas de Egas.

El gusto por el saber de Alejandro.

Cuenta Plutarco, famoso escritor del siglo II, que Filipo, el que solo tenía un ojo, decía que su hijo Alejandro tenía un carácter inflexible y que luchaba contra toda imposición. Era un adolescente que hacía caso omiso a lo que le decían sus padres Filipo y Olimpia. Sin embargo, se conoce que a Alejandro le gustaba aprender y sólo escuchaba los consejos de aquellos que le hacían razonar. Así que Filipo hizo venir a Pela, Macedonia, ciudad donde vivían, al más ilustre y sabio de todos los filósofos griegos, Aristóteles. A partir de entonces Aristóteles se encargaría de educar al futuro Alejandro Magno en la moral, la política y la filosofía griega. 

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