3. Egipto: la civilización del Nilo y
de los Faraones.
“Casa
Grande”.
El término
Faraón designa en la actualidad, al monarca que reinaba en el Antiguo Egipto
pero, para los egipcios significaba otra cosa ligeramente diferente. Faraón
deriva del término egipcio Per-aa,
que quiere decir “casa grande”. Es decir, para los egipcios el término faraón
designaba a la residencia real, al palacio, a la “casa grande”. Sin embargo,
cuando los griegos llegaron a este territorio exótico del norte de África,
creyeron que el término Per-aa servía
para nombrar a los reyes, no a sus casas, cambiando para siempre el significado
de la palabra faraón. Entonces, ¿cómo llamaban los antiguos egipcios a sus
monarcas? Pues nesu (rey) o hemef (majestad) aunque finalmente la
moderna palabra griega, se impuso en todo Egipto ya que se conoce que Amenhotep
III ya se hacía llamar faraón.
Alemania
roba a Nefertiti.
Si lo museos del
mundo tuvieran que devolver lo que no es suyo, adiós museos. Londres, París,
Berlín, llenan sus vitrinas con piezas traídas de otros país algunas de forma
legal, otras arrebatadas con triquiñuelas. Y fue a través del engaño, como
Alemania consiguió hacerse con la escultura de la más bella de todas las reinas
consortes de Egipto: Nefertiti. El 20 de enero de 1913, una expedición alemana
robó el busto de la reina haciendo creer a los egipcios que era una vulgar
escultura de yeso, de una princesa vulgar.
En 1913 los
arqueólogos alemanes excavaban Tell el-Amarna, el lugar que escondía la antigua
ciudad de Ajenatón, fundada por el faraón Akenatón, el marido de Nefertiti. La
expedición halló bajo la arena una serie de esculturas, y según el pacto que
tenían con Egipto a la hora de repartirse el botín, la mitad se quedaba en El
Cairo y la otra mitad se iba a Alemania. Entre las esculturas se había hallado
un busto con una corona azul, símbolo del faraón, y los alemanes jugando al
despiste, catalogaron la pieza como una obra sin valor que representaba a una
mujer cualquiera. Los egipcios se lo creyeron y aceptaron que el busto de
Nefertiti se convirtiera en propiedad Alemana y volará al museo de Berlín y,
aunque los egipcios protestan una y otra vez con que su reina vuelva a El
Cairo, Nefertiti desde entonces nunca jamás salió de Alemania.
No hay comentarios:
Publicar un comentario